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Argentina tiene potencial para aumentar el Destete al 80%

Un buen Destete no solo contribuye al éxito de la actividad ganadera, sino también, al bienestar animal

La realidad del país aún demuestra ciertas resistencias a la inversión en sanidad animal, falta de capacitación y logística para alcanzar los indicadores máximos de productividad. 

En el mundo de la ganadería, las buenas prácticas de Destete juegan un papel vital en el éxito y la salud del ganado. Este período marca una transición crítica en la vida del ternero, donde una preparación adecuada puede marcar la diferencia entre el crecimiento saludable y las pérdidas significativas.

El destete tradicional, que ocurre generalmente entre los siete y ocho meses de edad del ternero, coincidiendo con los meses de febrero y marzo, es un momento particularmente estresante para los animales. Es por ello que los especialistas coinciden en la necesidad de ejecutar, en los meses previos, un plan estratégico de vacunación al pie de la madre para lograr una buena inmunidad que se evidencia en la salud y el bienestar de los animales.

El objetivo principal de la vacunación es fortalecer el sistema inmunológico del ternero y minimizar el estrés asociado con la separación de la madre. Para lograrlo, se recomienda implementar un enfoque proactivo y personalizado, en colaboración con un veterinario especializado, según la realidad de cada campo. 

A partir de los tres meses del ternero, se sugiere la aplicación de un esquema sanitario consistente en la doble vacunación para prevenir enfermedades respiratorias y clostridiales, adaptado a las necesidades específicas. Este enfoque preventivo es fundamental para garantizar una transición exitosa y proteger la salud del rodeo.

Según el médico veterinario Axel Mauhourat, «El éxito de un plan de vacunación para mejorar el destete es alcanzable, pero depende de varios factores claves, como la inversión, las instalaciones y la capacitación del personal. Es fundamental implementar esquemas de vacunación completos para lograr resultados óptimos. Si bien hay avances en ciertas regiones del país, como Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, otras s aún no han tomado medidas».

Nicolás Palacio – Coordinador del Servicio Técnico de Laboratorio CDV – se logró realizar un cálculo de inversiones versus potenciales de pérdidas que ayudan a comprender porque aún hay campos con indicadores de destete muy por debajo del 80% que deberían alcanzar. 

“De acuerdo con los valores de mercado vigentes durante los dos primeros meses del año, la venta de un ternero pagaría el plan sanitario completo (incluyendo aftosa y brucelosis) de 45 animales. Ahora bien, si sólo se contempla el plan para enfermedades respiratorias y clostridiales, la vacunación a doble dosis estaría en el orden de los $2890 por animal. Por lo que la venta de un ternero cubre la vacunación de 115 animales.” – expuso el especialista.  

“Las enfermedades clostridiales son altamente mortales, lo que significa que la pérdida de un ternero supondría un costo de $332.800 (pesos argentinos). Sin embargo, esta situación podría evitarse con una inversión mínima de $975 para administrar una doble dosis de vacuna clostridial. Por otro lado, las enfermedades respiratorias en un lote de recría provocan mermas que rondan entre 15 y 20 kg, lo que representa una pérdida de $31.200 por animal. A esto se suma el costo del tratamiento, que varía entre $3600 y $4000 por animal, sumando un total de $34.000 en gastos adicionales. En contraste, el costo de una vacuna respiratoria a doble dosis es de apenas $1920. Considerando que las enfermedades respiratorias también pueden ser fatales, el análisis financiero es similar al de las enfermedades clostridiales: una pérdida potencial de $332.800 frente a una inversión mínima de $1920 en vacunación.” – concluyó Palacio

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