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Arroz argentino: reconocido en el mundo por sus cualidades

Un reciente estudio sobre el arroz argentino determinó que la investigación y el desarrollo de tecnología generaron un impacto económico que asciende a US$1926 millones.

El arroz de nuestro país es reconocido en el mundo por su calidad industrial y culinaria Con 10 variedades inscriptas por el INTA, el cereal llega a Latinoamérica, Europa y Asia para ser utilizado por los programas de mejoramiento en la región.

El trabajo de un equipo de investigación del INTA Concepción del Uruguay -Entre Ríos- permitió que, en los últimos 15 años, los rendimientos aumenten y que la calidad mejore.

Por otra parte, El desarrollo de cada una de las 10 variedades le permitió al programa de mejoramiento genético y al INTA ganar confianza -de que iban por buen camino- y ganar socios para llegar a nuevos mercados. Fue así que, en la actualidad, el cereal argentino llega a países de Latinoamérica, Europa y Asia.

El impacto económico desde el 2007 al 2023 es de US$ 2069 millones (en términos reales al valor del dólar en 2023). La ganancia de producción atribuida al programa de mejoramiento es de 5,94 millones de toneladas El estudio se realizó con base en 466 observaciones de rendimientos y calidad molinera provenientes de los ensayos comparativos de rendimiento desde el 1991 al 2022.

Sobre el arroz

El arroz, además de ser el tercer cereal más sembrado y el de mayor consumo humano en el mundo, es una de las especies vegetales más estudiadas por ser una planta con genoma pequeño y simple, de hecho, fue la primera especie cultivada de la cual se describió la secuencia completa del genoma -publicado en 2001-. En este sentido, desde hace más de 30 años el Programa de Mejoramiento Genético de Arroz del INTA se enfoca en la obtención de nuevas variedades y en el desarrollo de tecnologías que mejoren la producción.

A finales de la década de los ochenta, el programa readecuó sus objetivos hacia variedades con buen rendimiento y con buena calidad culinaria e industrial. En ese momento, el escenario se caracterizaba por el uso predominante de genética extranjera: variedades con alto potencial de rendimiento agrícola, pero con deficiencias en la calidad del grano.

“Esta limitación impedía al arroz argentino competir y acceder a mercados de alto valor”, explicó José Colazo -investigador del INTA Concepción del Uruguay- quien recordó que, en cuanto a lo productivo, no existía una herramienta selectiva para controlar la principal maleza del cultivo, el arroz rojo.

“Una vez que esta maleza invadía un lote, resultaba muy difícil erradicarla, lo que generaba pérdidas significativas en el rendimiento”, indicó, y agregó: “Frente a esta situación, el programa planteó una estrategia orientada al desarrollo de variedades nacionales con un alto potencial de rendimiento, resistencia a herbicida y una excelente calidad de grano, lo que diferenciaría al arroz argentino a nivel mundial”.

Fuente: INTA Concepción del Uruguay -Entre Ríos-

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