Patagonia: Logran recuperar pastizales con pastoreo rotativo
Un estudio académico halló que los descansos prolongados son una alternativa prometedora para mitigar el proceso.
Según el estudio divulgado por la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) y Ovis 21, comenta que, la intensificación de las sequías y los vientos fuertes erosionan estos sistemas, mientras que la ganadería continua agrava esta situación. En pastizales de esta región hallaron que alternar períodos de pastoreo con descansos prolongados puede aumentar el número de especies vegetales y recuperar la cobertura del suelo. Además, destacan la importancia de adaptar el manejo a las condiciones de cada establecimiento y la necesidad de realizar monitoreos cada vez más precisos ante escenarios climáticos inciertos.
“Los suelos de la Patagonia se erosionan por la intensificación de la sequía y los vientos fuertes. Además, desde principios del siglo veinte, el pastoreo continuo aceleró este proceso al provocar el reemplazo de especies vegetales valiosas, lo cual degrada aun más los pastizales”, dijo Pablo A. Cipriotti, docente de Métodos Cuantitativos y Sistemas de Información (FAUBA) e investigador del CONICET.
Y agregó: “En esta región todavía existen numerosos establecimientos de cría de ovinos. Sin embargo, este deterioro hizo que muchos productores abandonaran sus campos”.
“En este contexto, junto con los ingenieros agrónomos Pablo Borrelli —co-fundador de Ovis 21, una compañía especializada en ganadería regenerativa— y Gonzalo Irisarri evaluamos si el pastoreo rotativo —o sea, concentrar el ganado en algunos potreros mientras los restantes descansan y se recuperan— permite mejorar la salud de los pastizales”, afirmó el docente.
Para eso, Cipriotti y sus colegas estudiaron a campo la condición forrajera de distintos establecimientos patagónicos. Lo hicieron a través de un indicador de ‘salud’ que abarcó la diversidad de especies forrajeras, el grado de cobertura del suelo y el nivel de enmalezamiento.
“Cada dos años, aproximadamente, monitoreamos 20 estancias desde Río Negro hasta Tierra del Fuego. Las mismas llevaban entre 3 y 11 años en pastoreo rotativo, con descansos mayores a 100 días para permitir la recuperación de la vegetación. Después, con ayuda de modelos de simulación —es decir, un software— cotejamos y corroboramos la recuperación del estado de salud de los campos”, comentó.
“Nuestros resultados mostraron que los establecimientos con pastoreo rotativo tuvieron mejoras en el índice de salud que oscilaron entre 20-30% por año, a pesar de partir de situaciones degradadas. Esto sugiere que aún hay chances de revertir el deterioro y mejorar el pastizal”, sostuvo Pablo, quien presentó estos resultados en un seminario en el instituto IFEVA (UBA-CONICET).