Se lanzó la campaña fina 2025-26
El trigo alcanzaría más de 20 millones de toneladas de producción.
En medio de los cambios económicos, la incertidumbre sobre la marcha atrás en la reducción de las retenciones desde junio próximo, los datos a futuro de la campaña cerealera (trigo y cebada), son alentadores y le cambian el animo a los productores.
La presentación de la campaña en la Bolsa de Cereales porteña, fue el lugar indicado para el análisis que realizaron los especialistas sobre el mercado internacional. Para la Fundación INAI, allí presente, Maximiliano Moreno puntualizó que el ámbito internacional se encuentra actualmente caracterizado por una fuerte incertidumbre y cambios contantes.
Por otra parte, destacaron que las tensiones derivadas de las subas de aranceles deberían ajustarse en la medida que avancen positivamente los acuerdos entre EEUU, en el marco de los 90 días de pausa que puso Trump, aunque genera incertidumbre como resolverán a futuro su conflicto E.E.U.U. y China.
Centrados en lo local la campaña fina 2025/26 se avizora dentro de un contexto económico que le es favorable para el cultivo y el productor, los valores del cereal cotizan levemente por encima del año pasado (+3%), m{ás allá de encontrarse un 5% por debajo del promedio de las últimas cinco campañas.
Por otra parte, la baja en los costos mejora la relación insumo-producto y permite proyectar una leve mejora en la rentabilidad proyectada, lo que daría un escenario aún más favorable si se mantuviera la reducción en los derechos de exportación del 12% al 9%.
Un dato puntual a tener en cuenta es que se prevee un uso de tecnología igual, con tendencias a ser mayor, al de la campaña pasada, lo que refuerza las perspectivas productivas positivas.
En la presentación, comentaron también que en los últimos diez años, Argentina ha mantenido un nivel de exportaciones de trigo relativamente estable, con un promedio de 10 millones de toneladas anuales, mientras que otros países exportadores continúan ampliando su participación.
Lo que llevó a nuestro país a una pérdida gradual de participación en el comercio mundial. Ante ello, surgió la necesidad de profundizar cambios que mejoren la competitividad del país. En los últimos meses se han observado avances importantes en materia de estabilidad macroeconómica y desregulaciones que permitieron ganar eficiencia y reducir costos. Ese camino, es favorable a Argentina.
Ramiro Costa, Gerente de Estudios Económicos de la entidad dijo que: “las últimas campañas globales fueron muy buenas a nivel productivo, incluyendo el trigo, aunque los stocks mundiales de este cereal se encuentran en mínimos de los últimos 10 años. Esta situación podría profundizarse en 2025/26, ya que se espera que el consumo vuelva a superar a la producción, reduciendo aún más los niveles de stocks”.
En cuanto a cifras, el valor agregado de las cadenas de trigo y cebada se estima en 4.723 millones de dólares, lo que representa un incremento del 31% respecto a la campaña anterior. Este aumento se puede atribuir, en parte, a la expansión de la superficie cultivada y del volumen producido, así como al efecto positivo de la relación entre los precios del trigo y sus costos de producción.
La proyección de exportaciones de estos cereales experimenta una mejora del 15%, alcanzando un valor de 4.225 millones de dólares.
José Martins, presidente de la Bolsa de Cereales, cerró la jornada elogiando las medidas recientes del gobierno argentino como la salida del cepo, la unificación cambiaria y la desburocratización, “son pasos hacia adelante para la normalización del país y su capacidad para competir con otros países de la región. A pesar de esto, señala que aún quedan cosas por hacer, especialmente en todo lo relacionado a la carga tributaria y la necesidad de incentivar la inversión y la producción para lograr un desarrollo sostenible”. Dijo Martins